lunes, 10 de octubre de 2016

ACOSO ESCOLAR

Yo fui un acosado escolar jodido. Y también fui amigo de acosados escolares pasivos. La única diferencia que había entre ellos y yo, es que yo me quitaba las gafas y empezaba a dar puñetazos. Esa era la diferencia. No me importaba terminar en el suelo con la nariz sangrante, me daba igual. Y de esta manera conseguí un cierto respeto y que me dejaran de molestar. En cambio varios compañeros míos eran acosados diariamente por los chulos de turno, esos que siempre existen. Hace poco me enteré que uno de esos acosadores murió de cáncer con cincuenta años. Yo no deseo el mal a nadie, pero creo que el tiempo es cruel con los malos (no todos). Pero lo jodido de esto no son los acosadores, que siempre existirán, lo jodido son los hijos de puta de maestros y curas que permitían que eso pase. Yo hablo de La Salle, San Felipe Neri y Los Agustinos, los tres colegios a los que yo fui. En esos tres campos de concentración se hacía de todo, desde mariconadas por parte de los curas, hasta el acoso escolar ignorado por los profesores. No se implicaban y no hacían nada para remediarlo. Cuando ibas al profesor o al prefecto a quejarte te decían que habrías hecho algo malo y que en todo caso te defendiera como un hombre. ¡Eran unos grandes hijos de puta! Actualmente siguen siéndolo cuando permiten el acoso escolar. Ellos son los auténticos responsables. Porque hijos de puta (aunque tengan diez años) siempre habrá, la clave está en pararlos y joderlos.