viernes, 29 de octubre de 2021

Cuando grita el talento de Paco Gómez Escribano.

Ayer acabé de leer Cuando gritan los muertos de Paco Gómez Escribano, y la verdad es que me ha recordado mucho, sin parecerse en nada, a una de mis novelas negras preferidas: El hombre del brazo de oro de Nelson Algren. ¿Por qué? No lo sé exactamente. Quizá por su abanico de personajes marginados, quizá por su dureza, quizá por su gran soledad, quizá por su violencia, quizá por su vida, porque la novela desprende vida en todas sus hojas. Pero vida de verdad, no la que nos cuentan. Y lo digo yo, que a los ocho años jugaba en los futbolines del barrio chino de mi ciudad y no había día que no nos liáramos a ostias. Paco Gómez es un gran escritor y para saberlo basta leer la primera hoja de la novela de la que hablo. Es un escritor de raza, feo, delgado, de aspecto vicioso y al mismo tiempo misterioso. De esos que escriben en habitaciones de moteles en las películas americanas o de esos que escriben en blocs arrugados en tugurios en las auténticas novelas negras. Sin olvidar los que se arruinan jugando en el hipódromo o acaban borrachos en cualquier barra de cualquier ciudad o salvan de los malos a alguna chica bonita. Prosa limpia, concisa, cortante, clara y espesa como la sangre recién salida de un agujero de bala de un cadáver tirado en el suelo. Paco Gómez Escribano escribe, y en cada folio sangra el talento y la originalidad del que ha nacido para escribir y el que no se lo crea, que lea Cuando gritan los muertos.