domingo, 27 de noviembre de 2016

FIDEL CASTRO: REVOLUCIONARIO, LIBERTADOR, COMUNISTA, FOLLADOR, DICTADOR Y CADUCO.

¡Cómo pasa el tiempo! Yo prefiero no pensar en ello porque me pongo enfermo. Y la putada del tiempo es que lo cambia casi todo. Hasta a Fidel Castro lo cambió. De pasar cómo un auténtico icono de la libertad en su más amplio sentido de la palabra, se convirtió con el paso de los años en un dictador encubierto por una extensa flora y fauna ciega ante su dictadura comunista. Y aún sigue. Me acuerdo de mi juventud cuando Fidel era el no va más, aunque siempre estuvo detrás del Che (aún lo está y siempre lo estará.). Todo el mundo hablaba de lo bien que se vivía en Cuba, la tierra de la libertad donde todo el mundo era igual y todos tenían acceso a la Universidad. En cambio aquí vivíamos en la mediocridad, olvidados del resto de Europa. “África empieza en la frontera de Francia” dijo Mike Jagger hablando de España. Éramos la reserva espiritual de Europa, decían por ahí en coña mientras que los jóvenes que vivíamos en costas o islas follábamos extranjeras. Estábamos tan lejos de aquella Cuba de la libertad y las oportunidades que nos sentíamos impotentes, al menos las personas idealistas e inquietas como yo. Era lo que había y tocaba joderse. Pero ahora todo ha cambiado. Aquel señor con barba y siempre vestido de verde se acaba de morir inmensamente rico como un dictador comunista. Un militar que no tuvo vida privada ni mucho menos ejemplar, y en cuanto a la política, metió en la cárcel a todo el que opinaba de diferente manera que él. Tuvo arrancada de caballo y llegada de asno. Fue brillante y esa brillantez se quedó en el camino. No creo que actualmente Fidel sea un buen ejemplo a seguir. Pero yo prefiero recordarlo como en los años 60 y 70 cuando aún uno creía en la libertad y se creía que Cuba era el Paraíso. Descanse como se merece, ni más ni menos.