domingo, 17 de marzo de 2019

Crónicas mallorquinas: Váyase señora Armengol, como diría Aznar.

Si el partido socialista se presenta a las elecciones con Francina Armengol al frente, la política más antimallorquina que yo he conocido, no les irá bien. La catalanista señora Armengol tiene a todas las personas inteligentes en contra de ella, incluso muchos de su partido no la pueden ver. Pero ahí sigue. Una política tan gris, mediocre y de ir por casa, al frente de un partido tan grande como es PSOE, no se entiende. Pero en política todo cabe. En estas próximas elecciones ser catalanista será nocivo para los socialistas y perderán muchos votos como no se pongan las pilas. La gente normal está cansada del catalán y todo lo que conlleva. En Mallorca vivimos los mallorquines y nuestros antepasados ya hablaban mallorquín, ¿por qué ahora cambiar de lengua a estas alturas? Siempre lo digo: hay que vivir en Barcelona para darse cuenta de lo poco importantes que somos los mallorquines para los catalanes. Yo viví como cinco años en la Ciudad Condal, y nunca he dejado de visitarla por temas de trabajo. Porque a mí me han dado mucho trabajo los directores de cine y de publicidad catalanes. No tengo nada qué decir de Barcelona. Y les puedo asegurar que estamos a años luz de ellos en muchas cosas. Por eso es inútil imitarlos, como hace la señora Armengol. Los mallorquines somos mallorquines y punto, con nuestras cosas buenas y malas, con nuestro ball de bot y nuestra sobrasada. Hemos sobrevivido a muchos invasores, al turismo, a la delincuencia, a la inmigración, a los políticos corruptos, tenemos a Xesc Forteza y a Simón Andreu, y no necesitamos el catalán para nada. Esos sí, el que quiera hablarlo o estudiarlo es totalmente libre para hacerlo, nadie se lo va a impedir como hace la señora Armengol con el castellano. Por eso, los socialistas tienen que centrarse en su programa electoral para las próximas elecciones, basándose en los principios del socialismo puro y duro y dejarse de gilipolleces como el catalán. Ya están los cantalanes para defenderlo, nosotros tenemos que defender lo nuestro. Señora Armengol, váyase, como le diría Aznar.