domingo, 21 de octubre de 2018

Rafa Nadal es Rafa Nadal

Si yo me pongo un chándal, unas botas de goma y cojo un cepillo y me voy a limpiar calles de Sant Llorenç solidarizándome con el pueblo, no pasa nada. Nadie pensaría que lo hago por encontrar una distribuidora para mi última película, no. Quizá, alguien que me conociera por el periódico diría: “Anda, mira, el Garrido limpiando la calle.” Y poco más. Por eso no entiendo como han salido detractores de Rafael Nadal haciendo lo mismo. No lo entiendo. Si esos retractores fueran una pizca inteligentes y se hubieran parado a pensar el por qué Nadal se ha puesto ayudar a sus vecinos, llegarían a la conclusión que fue para ayudar, ni más ni menos. ¿Saben esos detractores lo que cobra el señor Nadal por un spot de publicidad? ¿Saben lo que le ha dado el Banco Sabadell por promocionarlo? ¿O Kia? ¿Se han enterado estos detractores que el señor Nadal es uno de los deportistas más importantes que ha tenido este país en su historia? Entonces, ¿qué motivos oscuros y retorcidos tendría el tenista para enfundarse unas botas de goma y ponerse a quitar barro? ¿Salir en la prensa? Está cansado de salir en todos los periódicos del mundo. ¿Salir en la televisión? Lo mismo. ¿Hacerse más famosos de lo que es? Imposible. ¿Qué le dieran una propina por limpiar? No lo creo? ¿Simple hipocresía? Igualmente no lo creo. Entonces, ¿por qué extraña razón el señor Nadal se puso a quitar barro? ¿Puede que sea porque él es así de humilde y sencillo? Recordemos que gana copa tras copa y da la sensación de que se disculpa ante sus compañeros, parece como si le supiera mal ganarles. ¿Un tipo así puede ponerse a quitar barro por alguna razón oscura? Yo no conozco a Rafa Nadal pero la sensación que me da por lo que he visto y leído es que simplemente es Rafa Nadal, un manacorí que ha tocado el cielo y da gracias por ello.