viernes, 16 de noviembre de 2018

NAZIS EN MALLORCA

A los alemanes siempre les ha gustado mucho Mallorca, de hecho casi la mitad ya es suya. Incluso la han querido comprar. Y me extraña, conociendo al mallorquín, que no lo hayan conseguido. Pero los alemanes de ahora (menos el grupo de nazis que se pasea por la isla) no tienen nada qué ver con los que en 1932 empezaron a pisar la isla. Desde principios de ese año la isla ya fue centro de operaciones de nazis, cuyo objetivo era detectar la presencia de personas consideradas enemigas de Hitler. A partir de 1932 hasta 1945 se estableció en Mallorca una nutrida colonia alemana que utilizó la isla como campo de operaciones, exactamente en su consulado en Palma bajo la protección de Cort y en consonancia del Gobierno Español. Un nazi a destacar es Hans Dede, que fue cónsul interino en las Baleares. Su despacho se convirtió en centro neurálgico de nazis, y lo visitaban falangistas como Alfonso de Zayas y otros peores. Otro foco alemán en Palma estaba en El Terreno, en un chalé de la calle Dos de Mayo. Se llamaba Asociación de Alemanes Residentes, subvencionado directamente por el partido nazi. Estaba registrada y legalizada en el Gobierno Civil de Balears, que estaba al tanto de sus quehaceres. Una de las funciones de la asociación era controlar a los alemanes judíos, bajo la tapadera de ser una asociación recreativa y amante de la naturaleza. Diversos puntos de la isla fueron para estos nazis los escenarios de celebraciones y conmemoraciones del Estado hitleriano donde no faltaba la cruz gamada, cánticos afines al régimen y brazos en alto. No deja de ser gracioso que, después de más de cincuenta años, gran parte de los turistas alemanes vengan de nuevo a la isla para emborracharse y montar peleas. No buscan judios, pero sí dan una lamentable imagen a nuestra pobre y consentida isla, nido de nazis en el pasado, y centro de reunión de lo peor de la peor clase social de Alemania. Si uno repasa la historia de las islas Baleares hay para hacer muchas películas. Nuestros antepasados mallorquines han vivido muchas experiencias, por eso quizá seamos como somos. Tenemos un punto de servilismo adquirido por los muchos invasores que hemos tenido. Y quizá también un punto de dejadez, porque de nuevo 

Un ignorante importantes nieto del hijo de puta enano de voz aflautada.