martes, 24 de octubre de 2017

GILIPOLLAS

Advierto que voy a repetir la palabra GILIPOLLAS. Pido disculpas. Cada día me doy más cuenta de la cantidad de gilipollas que hay en el mundo. No dejo de sorprenderme un día tras otro de las gilipolleces que hace el ser humano. Por ejemplo los gilipollas que están haciendo boicot a los productos catalanes. ¿Cómo se puede ser tan gilipollas? Yo no soy independentista, pero por eso no voy a dejar de beber el maravilloso cava catalán ni comer las fantásticas anchoas de la Escala. Sería gilipollas si lo hiciera. Yo no le encuentro utilidad a los militares, pero Salvad al soldado Ryan me la he visto cuatro veces. ¿Qué tiene qué ver el tocino con el yogurt? Haciendo boicot a los productos catalanes no salen perjudicados los ricos, salen perjudicados los dueños de las pequeñas empresas. Los ricos se ríen de los gilipollas, o sea el pueblo. Salen perjudicados los que no quieren probar el exquisito fuet porque se creen, los muy gilipollas, que van a perjudicar a la fábrica. En fin... yo, antiindependentista consumiendo productos catalanes porque no soy gilipollas.