domingo, 22 de septiembre de 2024

LA BOLA DE CRISTAL

 Estoy viendo en la 1 como hablan de La bola de Cristal y me trae buenos recuerdos. Mis principios en Madrid como actor. Yo hice un papel en La bola de Cristal. Mi papel era el de Jhon Voight en Midnight Cowboy, y mis escenas las tenía con quique san francisco, que ya en aquel tiempo ya fumaba porro tras porro. Era un actor muy natural, lo hacía como si cualquier cosa, y era amable con todos, incluso conmigo. Durante los 3 días que actúe con él nos reímos mucho. Me decía: tú, con la pinta de americano guapo que eres, vas romper. El problema en mí es que también me gustaba mucho la juerga antes que el trabajo de actor. También tuve ocasión de conocer a alaska, que era distante y que se mantenía con una tostada con no sé qué y un té. No podía comer porque tenía tendencia a engordar. Nunca me vi en la caja tonta. 

Javier Bardem, un actor que vale la pena.

 Vi a Javier Bardem por la televisión agradeciendo el premio que le dieron en el Festival de Cine de San Sebastián y estuvo muy bien y, como siempre, se mojó, cosa extraña entre los actores y actrices en España. No sé porque debe de ser que los actores españoles no hablan de política. Bueno, claro que lo sé: tienen que trabajar con todo el mundo, sea quien sea mientras les pague. En la excelente película Birdman, del director mejicano Iñaritu, hay una escena de 2 actrices en un camerino. Una llora desconsolada, y la otra la ayuda a reponerse. En un momento dado, la que la calma se ríe y le dice: pero si las actrices no tenemos autoestima. Esa afirmación es evidente y se puede comprobar en cualquier entrevista a cualquier actor. Todo es maravilloso, todos los actores, todo el equipo, hasta los extras son maravillosos, dicen ellos.. Hay que trabajar, y si hay que morderse la lengua, se muerde. Woody Hallen deja bastante mal a los actores. Alfredo Landa decía que si eras actor en España no podías rechazar nada. Pero Javier Bardem (como también es Alberto San Juan y Penélope Cruz) es diferente a los demás, por eso cae mal a muchos retrógrados que pululan por este país. Él dice lo que piensa, siempre defendiendo los derechos humanos, igual que su hermano Carlos, y le importa un rábano a quien no le guste. Y así debería ser cuando uno defiende a los necesitados, a los desprotegidos. Me enorgullezco de que Bardem sea español en una sociedad española que deje mucho que desear. Otro día hablaremos de lo buen actor que es.