jueves, 31 de mayo de 2018

Hoy ha sido un gran día: Rajoy se ha ido.

A Rajoy lo han echado mientras que él comía tranquilamente en un restaurante con sus secuaces, y eso ha sido la mejor noticia para casi todos los españoles. Menos para los partidos fachas, claro. Había momentos en que creía que nunca se iría este hombre, pero gracias a Dios ha ocurrido el milagro. Nos hemos quitado a un carca y mentiroso patológico que había confundido España con un cortijo, como lo hizo su admirado Franco, años atrás. Pedro Sánchez ya es nuestro nuevo presidente, y por muy mal que lo haga, no lo hará peor que Rajoy que ha dejado el listón muy bajo. Hace muchos meses escribí que Sánchez ganaría la presidencia de su partido porque había dicho NO a Rajoy y no se había bajado los pantalones como hizo su propio partido. No me equivoqué. Sánchez creo que es el único político con cualidades para dirigir este país si no se inclina demasiado a la derecha ni a las exigencias de sus nuevos socios. Estoy contento, muy contento de que Pedro Sánchez sea nuestro nuevo presidente. Lo va a tener difícil porque su antecesor ha dejado maltrecha a la sociedad media baja. Eso sí, los ricos siempre estarán agradecidos a Rajoy porque los ha enriquecido más.