viernes, 13 de julio de 2018

LA MARCHA DE LA VERGÜENZA

No me extraña nada que ya no se pueda hacer la entrañable marcha, que ya forma parte de los mallorquines, tratándose del ayuntamiento de Palma. Es normal que no tengan dinero porque se lo gastan en el catalán y en muchas chorradas más que desaparecerán cuando vengan los siguientes. Pero estas cosas las suelen hacer casi todos los políticos porque son tontos o casi tontos. Los políticos mallorquines están convirtiendo a Palma en una franquicia y no le interesan las chorradas como Des Güell a Lluc a peu. Una noche en la que se concentran la mitad de los mallorquines en una increíble fiesta para ir caminando al monasterio de LLuc. ¿Eso para qué sirve? ¿Qué beneficios da al Ayuntamiento? ¿Hablan en catalán los que participan? A mí me dan risa los nacionalistas (el cáncer de cualquier sociedad) que aparentan luchar tanto por lo nuestro (o al menos de los catalanes) y dejen que se muera una fiesta tan importante para el pueblo. Aunque a lo mejor tenemos suerte, y como pasó con el Bar Cristal, un alemán compra la idea de Des Güell a Lluc a peu. En esta isla está todo en venta, ¿no? Por cierto, yo tuve el honor de rodar en 35 mm un cortometraje de la marcha a principio de los 80. Se vendió a todas las televisiones de Europa e IB3 sin enterarse. Lo que son las cosas. Mi opinión es que todas las miles de personas que subían a Lluc, se deberían unir en el Güell y marchar hasta el Ayuntamiento de Palma organizando un caos.