jueves, 23 de diciembre de 2021

Mensaje de Navidad de Martín G. Ramis


Falta un día para que sea Nochebuena y al día siguiente Navidad y todos tenemos que estar contentos, hasta los que cobran cuatrocientos euros al mes de ayuda o jubilación, o los que están en los hospitales y clínicas con el coronavirus. En estas fiestas todos tenemos que estar felices. Tenemos dinero suficiente para comidas y cenas copiosas con los nuestros. ¿Qué importancia tiene que haya gente que no tenga para pagar la desorbitada factura de luz? Nosotros no podemos hacer nada, en todo caso que lo hagan los comunistas de Podemos y los vendidos del PSOE con esa loca anarquista de Yolanda Díaz. Esos que están contra Juan Carlos I, el auténtico y genuino, el que eligió Franco con mucha inteligencia, el que es más listo que el hambre y que se folló a Bárbara Rey, como hubiera hecho un tío con cojones. Vamos a preparar una buena cena de Nochebuena, una buena comilona para Navidad, y luego la Nochevieja y el Año Nuevo, y a los demás que les den. Sin olvidar los vinos ni el champán (no confundir con el asqueroso cava catalán) que los adquiriremos en El Corte Inglés. Pues sí, un año más se termina y en España han cambiado pocas cosas a nivel político y social. Gracias a los comunistas los obreros cada vez exigen más y quieren trabajar menos. A la gente enferma terminal quieren matarla, están a favor del aborto y de los maricones, y en contra del servicio militar. Se permiten programas como El Intermedio y revistas como El Jueves y Mongolia. ¿En que coño de país vivimos? ¿Adónde vamos a llegar? Hay que dar un golpe de estado ya. Pero bueno, tranquilos que ahora es Navidad y todos tenemos que ser buenos y desear felicidad a los demás, aunque nos joda. Por eso yo os deseo una felices fiestas y un próximo año y os animo de nuevo a que votéis a la derecha o ultraderecha, como nos llaman los comunistas bolivarianosbolchiques. 
Pero a nosotros eso no nos tiene que importar, nosotros tenemos a Abascal y su troupe cirquense que cada día nos ayuda a que volvamos a los 40 años de vergüenza, donde no había pobres, ni drogadictos, ni policías hijoputas, ni violadores, ni ladrones, pero que todos éramos franquistas, ignorantes y felices, como Abascal y su troupe. Eso es lo que queremos nosotros: volver al pasado y dejarnos de democracias. En el franquismo todo el mundo celebraba la Navidad. La película Plácido es una patraña comunista dirigida por un perturbado sexual apellidado Berlanga (vete tú a saber quién coño es) y escrita seguro por un anarquista (no tengo muy claro el significado de esta palabra pero creo que viene de Venezuela). En fin, amigos, vamos a celebrar estas fiestas como toca, como las celebrara la familia de Franco, Ayuso, Abascal, Aguirre, Casado, etcétera: a bombo y platillo, y al pueblo... Bueno, el pueblo que se quede el discurso de Felipe VI, que se ha portado muy mal con su padre, y eso no se hace. ¡Viva España, viva el emérito y viva la Navidad! Tiempo en el que todos somos iguales.