Hoy es un gran día
por la sentencia de cárcel a Jaume Matas el chivato. Nunca me he alegrado de
que le vayan mal las cosas a la gente. Nunca. Pero sí me alegro cuando los
malos pagan sus culpas. Este es el caso de un patético personaje llamado Jaume
Matas el chivato, la vergüenza de los mallorquines (no todos desgraciadamente), junto a
María Antonia Munar, otra mafiosa que aún sigue encerrada para el bien de todos.
Pero el auténtico problema no creo que sea Matas ni todos los políticos que le
vienen detrás, el problema está en la Justicia cavernícola que está
vigente en nuestro país. Esa que permite que los ladrones de millones de euros
del pueblo anden tranquilamente por la calle e incluso monten bodorrios, que
cuestan un ojo de la cara o se vayan de vacaciones. Y que a un desgraciado que roba para comer se vaya a la cárcel directo. Ahí está el verdadero
problema. La Justicia necesita ser remodelado de arriba abajo y, desvincularla
de una vez por todas de la política. Que ningún partido político pueda elegir
los jueces. Hasta que no ocurra eso la Justicia no será la misma para todos, igual que Hacienda.