Hace meses Alberto Garzón dijo que había que comer menos carne y los de siempre (en el mundo siempre han existido los de siempre) pusieron el grito en el cielo. No sé vosotros, pero yo leí que la carne era cancerígena hace como 30 años y, desde entonces consumo el mínimo de carne. Aparte, de que no me gusta demasiado. Ahora, una encuesta realizada en 10 países europeos revela que el 5% de los individuos que comen carne habitualmente están reduciendo su consumo anual. El principal motivo es la salud, algo que esgrimen el 47% de los participantes, mientras que la segunda razón es la preocupación por el medio ambiente. El informe revela que el 28% de los europeos consumen como mínimo una alternativa de alimentos de origen vegetal al menos una vez a la semana. Conclusión: la mitad de los europeos están disminuyendo su consumo de carne, menos España, que sigue comiendo carne a tope porque aquí somos muy machos, como los manifestantes de Ferráz.