viernes, 23 de julio de 2021
La polla helada.
Esta fachada es de un nuevo establecimiento en la calle Olmos de Palma que vende helados con forma de polla. Me parece bien. Libertad de expresión. Incluso no me molesta porque soy muy abierto. Pero si quizá pasase por delante con mi hija/o de 8 o 10 años a lo mejor no me haría gracia. Pero con lo que no se puede luchar es con el mal gusto, la ordinariez, lo chabacano, lo hortera, contra eso no se puede hacer nada. Siempre existirá. Por supuesto que hay que darles clases de sexo a los niños para que llegado el momento no sean como los de Vox o los franquistas, que lo hacen a oscuras y mal. Luego salen las criaturas que salen, pobrecitas. Al menos que nuestros jóvenes sepan de qué van cuando vayan hacerlo, no como con Franco que todo lo que sabías de sexo es lo que te contaban, lo que averiguaras o lo que veías en las revistas prohibidas de tías con las que te masturbabas. Pero de eso a vender helados con forma de polla en plena calle, no sé... Por mí encantado, con no pasar por esa calle los que tengan niños de entre 8 y 10 años, fantástico. No sé, creo que cada cosa tiene su lugar y su momento. Lo reconozco, no me veo chupando un helado con forma de polla por muy bueno que esté. Espero que no se lo cierre Vox.
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