Muchos filósofos se han
preguntado si existe o no una correlación entre belleza y bondad. Lo bello nos
suele provocar placer, pero eso no quita que alguna persona mala pueda crear
algo bueno. Ojalá que la genialidad solo estuviera al alcance de la gente
buena, todo sería mucho más fácil. Si tuviéramos que sacar de los museos todas
las obras de hijos de puta la mayoría de las paredes se quedarían vacías.
Muchos directores, actores y actrices que han provocado llanto o alegría en las
pantallas de todo el mundo, han sido unos reconocidos cerdos. Es que para mí el
arte en su más amplio abanico no tiene nada qué ver con ser bueno. Por ejemplo
el actor Kevin Spacey, que ha sido acusado de seducir a un menor de edad, ¿va a
ser a partir de ahora un mal actor? Quizá con el varapalo que le ha dado sea
mejor que antes. O Woody Allen, después de todas las terribles acusaciones que
se han hecho contra él, ¿”Annie hall” va a ser una película mala? Un servidor
(aún no he averiguado de quién) ha leído mucho sobre pintura, cine y teatro, y
puedo asegurarles que la mayoría de los artistas no son ejemplos a seguir. Que
me parece mal, pero les haré una pregunta: ¿serían tan buenos esos artistas sin
no fueran lo malos que son? ¿Tendrían la misma sensibilidad? Lo siento, pero no
lo creo. Acordémonos de lo machista y maltratador que era Picasso, y ahí lo
tenemos en colegios, museos, libros, etc… Y vamos a dar la vuelta a la
tortilla, como vulgarmente se dice. Franco era un dictador reconocido
mundialmente y consiguió tener a España más de cuarenta años en la mediocridad
en todos los sentidos. ¿Creen ustedes que si hubiera sido una buena persona lo
hubiera conseguido? Imposible. Y volviendo al Arte (porque Franco está en la
antípodas del Arte) El Arte es muy relativo y para entenderlo hay que tener una
mente muy abierta.