A Rajoy lo han echado mientras
que él comía tranquilamente en un restaurante con sus secuaces, y eso ha sido
la mejor noticia para casi todos los españoles. Menos para los partidos fachas,
claro. Había momentos en que creía que nunca se iría este hombre, pero gracias a Dios
ha ocurrido el milagro. Nos hemos quitado a un carca y mentiroso patológico que
había confundido España con un cortijo, como lo hizo su admirado Franco, años
atrás. Pedro Sánchez ya es nuestro nuevo presidente, y por muy mal que lo haga, no lo hará peor que Rajoy que ha dejado el listón muy bajo. Hace
muchos meses escribí que Sánchez ganaría la presidencia de su partido porque
había dicho NO a Rajoy y no se había bajado los pantalones como hizo su propio
partido. No me equivoqué. Sánchez creo que es el único político con cualidades
para dirigir este país si no se inclina demasiado a la derecha ni a las exigencias de sus nuevos socios. Estoy contento, muy contento de que Pedro Sánchez sea
nuestro nuevo presidente. Lo va a tener difícil porque su antecesor ha dejado maltrecha a la sociedad media baja. Eso sí, los ricos siempre estarán agradecidos a Rajoy porque los ha enriquecido más.