El
presidente Pedro Sánchez tiene madera para ser un buen presidente. Aún no lo es
pero puede llegar a serlo. No como Felipe González que era un buen presidente y
ahora es un facha o capitalista o aprovechado o vete tú a saber lo que es, pero
millonario seguro. Lo que pasa es que al Presidente le ha caído una que ni él
se la cree. Nunca se lo hubiera imaginado, por eso no estaba preparado ni él ni
nadie de su gobierno. Y por eso la han cagado tantas veces, como le recrimina
la derecha y ultraderecha. Al ser cortos de miras, estos partidos no sé dan
cuenta de que este virus ha sido incontrolable y que con ellos, conociéndolos
(está el ejemplo de Rajoy que le pegó una patada en los huevos a la Sanidad),
habría sido un desastre, un caos en el que hubieran muertos todos los
ancianos/as de este país, si ellos hubieran gobernado. Un ejemplo que se acerca
a lo que estoy diciendo es lo que ocurre en Madrid con la gestión de la
señorita Ayuso y su amigo Almeida, aún que este último está dando muestras de
ser un buen político, un buen gestionador y abierto a ayudar al que sea para
salir de esta. La señora Ayuso no se entera, es como si jugara a saltar la
comba. Eso es lo que tienen los políticos de derechas, que lo son por tradición
familiar, no por ideales, y por eso no se toman en serio la política. Juegan.