Beatriz Barón, mi compañera de viaje desde no sé cuánto tiempo; he perdido la cuenta, fue la protagonista de La Rosario y el Pinzas, mi segundo cortometraje que rodé en Poble Nou de Barcelona a finales de los 1970. Corto que fue seleccionado en el Festival de Cine de San Sebastián donde la crítica lo puso por la nubes. Desde entonces Beatriz Barón no ha dejado de actuar en teatro y en cine. En 1985 protagonizó Mordiendo la vida, que es considerada de culto y que se puede ver en Filmin. Ahora, después de tanto actuar sobre el escenario y delante de la cámara, Beatriz ha escrito y dirigido su primer cortometraje, ALSAMT, un canto a la cultura en todo su sentido. Buen principio.