Todos quieren que Mariano Rajoy
se vaya, al menos eso es lo que dice la gente con la que hablo. Rajoy será un
presidente que pasará a la historia por la corrupción de su partido y por tener
más moral que el Alcoyano, que iba perdiendo de 1 a 12 y aún pedía prórroga. La
verdad, a mí ya me da pena, el hombre. Nunca me ha gustado como presidente
(dentro de lo malo prefiero a Aznar con su cara de loco reprimido), creo que
nunca ha estado a la altura, pero es el único que me inspira ternura, compasión.
Porque Mariano Rajoy, en estos momentos, es patético. No lo quieren ni los de
su partido y él erre que erre. Antes que irse está dispuesto a ir a unas
terceras elecciones. ¿Pero este buen hombre no se da cuenta de que su tiempo ya
ha pasado? ¿Nadie de su partido se atreve a decirle a la cara: “Váyase usted,
señor presidente que ya no quedan corruptos”? Admiro a los políticos/as de
derechas por el concepto de unión, de búnker, de cara dura, que les digas lo
que les digas ellos a lo suyo. Tú dices verde, ellos rojos, tú dices
Valladolid, ellos Cádiz, y así sucesivamente. Intenta convencerlos de que no
tienen razón y verás lo que te dicen. Ellos tienen razón siempre y están
salvando España desde que Paco nos dejó. Tenemos el ejemplo más claro con
Mariano Rajoy, que ha jugado a ser presidente y no está dispuesto a dejar su
puesto de jugador. Admiro a la derecha por creerse lo que quieren creerse
cueste lo que cueste y caiga quien caiga, cosa que no pasa con los partidos de
la izquierda, que un día es rojo y otro violeta. Quizá sea verdad que los
españoles necesitemos un dictador que nos guíe por el camino que él quiere y
así nosotros no tengamos que molestarnos en elegir. Estuvimos 40 años con
Franco, que para muchos españoles aún está presente, y todos (casi todos) tan
felices. Huelga decir que los españoles somos diferentes, únicos e
intransferibles. Por eso pasa lo que está pasando. Pedro Sánchez ha dicho que
no a Rajoy y lo han echado del partido. ¿Puede haber mejor ejemplo de lo que
estoy diciendo?
