Alucino con la capacidad que ha conseguido la gente que está en Facebook con creerse lo que leen sea lo que sea. Han conseguido vivir en una gran mentira que si un día explota va a ver más suicidios de los que hay. Por ejemplo, hay una cosa que me hace mucha gracia en Facebook. Los cumpleaños. Personas que normalmente los felicitaban cuatro o cinco personas si llegaban, ahora los felicitan cientos. Y encima, ellos agradecen que se acuerden de su cumpleaños. ¿Pero cómo pueden ser tan hipócritas o infelices de creerse tal patraña? ¿Se han olvidado que la mayoría de personas que los felicitan es porque lo ven en Facebook? Sino ¿de qué? A mí, en mi cumpleaños, me felicitan unas quince personas que me llaman al móvil o me lo dicen en persona. Auténticos amigos de siempre. Si yo hubiera puesto mi fecha de cumpleaños en Facebook me felicitarían cientos. Esta gran mentira que nos hemos creado va a ser muy difícil de pararla. La gente está desquiciada creyéndose cosas que no son realidad. Se sienten importantes en Facebook. Un día le pregunté a una persona que está en Facebook a qué se dedicaba y se ofendió. Mira Wilkipedia, me dijo. Le hice caso y cuando leí lo que él mismo había escrito de él mismo, me reí a gusto. Lo que está claro es que queremos ser importantes y admirados al precio que cueste. Y en este caso es mentir en Wilkipedia y Facebook. O al menos engañarse. Le pasa lo mismo a un pintor que parece Rasputín en bajo. Tal es la mentira que se ha creado alrededor suyo, que es digan de estudio. Y, para colmo, pinta como el culo. Facebook es la hoguera de las vanidades, como me dijo un amigo de Facebook. Pero yo creo que Facebook es el refugio de la mediocridad y del desamparo. El ego y la vanidad lo supera todo, sobre si eres un don Nadie.