Muchos de los que se
molestan en leerme no sabrán quién era Carlos Killian, que falleció en 2011 sin
ningún tipo de repercusión mediática, habiendo sido en su tiempo, muy
importante en España y en Sudamérica, ya que era argentino. Pues bien, Killian
escribía chistes en Interviú en la época que yo compraba la revista. Uno de
esos chistes se hizo famosísimo. Se trataba de un dibujo de una preciosidad que
te miraba provocativamente. Y en el pie de foto había escrito: LAS ACTRICES
TIENEN QUE SER MUY ABIERTAS… DE PIERNAS. No sé lo que debió pasar a Killian por
esto. Estamos hablando de principios de los 80. Todo esto viene a cuento por lo
de las famosas estrellas americanas que acusan a un productor de acoso sexual y
de muchas cosas más. Y yo me pregunto: ¿Por qué han tardado tanto en sacarlo a
la luz? ¿Tenían miedo a que les quitaran el papel? ¿Tenían miedo a quedarse sin
trabajo? ¿Tenían miedo a crearse una fama de problemática? Porque no entiendo
que se dejaran meter mano y no denunciar. A mí me encantan las estadísticas.
Por ejemplo: ¿saben los millones de actrices que están casadas con productores
y directores? Muchísimos millones de parejas están por intereses. Por ejemplo,
la última fantasmada inglesa (a mí me encanta el humor inglés): El príncipe
pelirrojo (juro que no sé como se llama y me da igual) le dijo a un amigo que
le presentara a una actriz americana, más buena que el pan de nueces, que
protagonizaba una serie de televisión. Rápidamente el amigo les montó una cita
a ciegas… y ahora ya se van a casar. ¿Quién cree que esto es amor? (Supongo que
algún monárquico.) Lo cojonudo hubiera sido que después de la cena la
norteamericana le hubiera dicho al príncipe que no eran compatibles. El amor en
el cine, en la monarquía y en la política, no existe. Es una farsa. Volvamos a
lo de las estrellas de cine. ¿Creen ustedes que siendo la protagonista de una
película por la que va a cobrar como quinientos mil dólares le interesa estar
mal con el productor? Con esto no quiere decir que la estrella se prostituya,
ni mucho menos, pero sí cierta tolerancia es aceptada. Cierto juego. No todas,
por supuesto. Tengo un ex amigo, director de musicales, que es tan feo que solo
puede ligar en los castings. Y no se imaginan lo que liga, y lleva años. Un
día, Juanito Navarro rodando “Nos veremos en el infierno” la segunda película
de mi hijo y la última de él, me dijo que si tuviera un euro por todas las
actrices y bailarinas que se había tirado en todos los camerinos de España,
sería millonario. Un productor bajito y calvo y muy importante, cenando en
Madrid me dijo que se había hecho productor de cine para tirarse tías buenas.
Es esa la auténtica verdad y no hay otra. El acoso sexual en el espectáculo
está a la orden del día. Por eso el dibujo/chiste de Killian tiene mucho
significado, sobre todo para las chicas monas futuras actrices. ¡Cuantas veces
habré oído yo la fraseen Madrid y Barcelona: “despáchala, tiene novio.”! Claro
que todo esto cambia cuando una llega a la cima. Entonces todas son señoras muy
respetables. Por cierto, en Los Angeles llegan cada día miles de chicas con
intención de ser actrices. Y Los Angeles es primer estado norteamericano con
mas prostitución. Y para terminar este rollo patatero, tengo que decir que hay
actores y actrices serios que no se quitan las braga ni se bajan los
calzoncillos por un papel porque tienen dignidad. Ahí queda eso.