domingo, 19 de enero de 2025

4 FOTOS CON HISTORIA


Foto hecha sobre el escenario del Teatre Principal de Palma en 1982. el día de la rueda de prensa de la obra de teatr Juré vengarme del Zorro escrita y dirigida por mí. Recibimos muy buenas críticas y fue un auténtico éxito, que cayó en picado en el agujero cultural que hay en Mallorca. En la foto estamos yo, Bernat Escanellas, Beatriz Barón y de pie el inolvidable Miquel Moll.

Delante de nosotros tenemos a unos 20 periodistas haciéndonos preguntas y tirándonos fotos. Estamos en el Festival de cine de A Coruña en 1983 con mi película El último penalty. El mismísimo Berlanga me dijo a la salida del estreno: "La película no es buena, pero podría haber sido muy buena." Siempre me acordaré. En la foto estamos Pedro Alomar, José Luis Ardura y yo. Posdata: Esta foto se hizo al tercer día de estar en el festival. Nadie nos hacía caso y a mí se me ocurrió montar la rueda de prensa en la habitación del hotel desnudos en protesta de que nos ignorábamos. Al día siguiente éramos las estrellas del festival. Salimos en toda la prensa. Los mallorquines, nos llamaban.

Esta foto es del estreno de la primera película comercial de la historia de las Baleares, Qué puñetera familia!! (1981), escrita y dirigida por mí. Las críticas fueron muy malas pero la película tuvo casi 200.000 espectadores en toda España. (Me pude comprar mi primer coche nuevo al contado.) En el estreno en la Sala Rívoli se cortó la calle de la gente que había. Más de cien personas se quedaron fuera, y en el cine caben 900. La gente se sentó en los pasillos, en las escaleras del anfiteatro, fue un caos. En la foto estamos José Luis Ardura, yo, (alguien del que no me acuerdo), Lorenzo Santamaría, luis Garrido mi padre, y Xesc Forteza, el protagonista junto con Beatriz Barón, de la película. Posdata: Pep Giner, un productor importante de cine catalán, con el consentimiento del productor, me hizo cambiar casi la mitad de la película porque creía que le faltaba erotismo. Huelga decir que la película quedó hecha una mierda, no hay por donde cogerla. Por esa razón me pelee con el productor y estuvimos 20 años sin hablarnos. Así es la vida. 


Esta foto pertenece a la obra de teatro Amor a oscuras, de los hermanos Álvarez Quintero, que represntamos en 1977 en el Café Teatro La Montaña durante muchos meses (jueves, viernes y sábados). En la foto de pie estamos un actor del que no recuerdo su nombre pero sí su apellido: Oliver, y yo. Sentadas están Beatriz Barón y Kika (no recuerdo su apellido).
 

viernes, 17 de enero de 2025

LA FUNCHADA SANT SEBASTIÁ

Lo que ocurre en Mallorca, la isla de las maravillas (aunque la mayoría de las veces no son maravillas) no ocurre en ninguna otra parte de España. A mí no deja de sorperenderme, sobre todo en el ámbito artístico, las cosas que se hacen en esta isla, de la que yo soy oriundo. Pobre Mallorca, no se han conformado con destrozarla urbanísticamente, que ahora quieren cargarse a los santos. En la isla hay muchos artistas, ¡muchíiiisimos! (aún no sé por qué) pero la mayoría malos. Y aunque parezca increíble, un veinte por ciento vive de ello (hablo de los pintores) gracias a una serie de seudogaleristas mallorquines que en los años 80 y 90 vendieron todos los cuadros habidos y por haber a miles de incautos y sobre todo nuevos millonarios. (Fue una tomadura de pelo importante. Actualmente esos cuadros no valen nada en la península.) De esa manera Mallorca se infectó de pinturas, la mayoría abstracatas (perfectas para los pintores que no saben ni dibujar) que cualquiera supuiera hacer. Incluso había galeristas que pagaban mensualidades a pobres jovenes sin talento para que les mancharan telas para luego venderlas por bastante dinero. Eso creo un ejército de pintores (por llamarlos de alguna manera) que hicieron la escuela de las manchas. Pocos de ellos han sobrevivido hasta la actualidad, pero alguno lo ha conseguido a duras pensa, siempre respaldados por galeriastas que solo entendien de gotelé y poco más. ¿A qué nos lleva esto? Muy sencillo: al cartel de Sant Sebastiá. Bueno, se han hecho 2, creo, pero el otro es de Rafa Forteza, que es uno de los pintores de los que he hablado antes, y ya conocemos lo que hace. Pero el otro ofende incluso a la gente que tiene mal gusto, que ya es decir. Yo soy una persona totalmente abierta y defensora acérrima de la libertad de expresión, pero no puedo con el mal gusto, con la hortera, con los seudoartistas, etcétera. El póster de La santa funxada de Sant Sebastiá es la antitesis de lo que entendemos como arte. Es una mierda, vamos. Y no tiene nada qué ver con la religión (como si lo dibujado fueran asnos y mulas dándose por culo), eso es lo de menos. La verdad es que me encataría hacerle una entrevista al autor/a de esta mierda con letras mayúsculas. Me gustaría saber qué tiene dentro de su cerebro, y de paso también a los responsables de que este cartel exista. Es interesante saber psicológicamente para no ser como ellos, saber lo que piensan estos/as descerebrados. Por cierto, abajo del cartel, en la esquina derecha hay escrito PODEMOS. Supongo que los responsables son ellos. Y luego se quejan de que poca gente los vota.  

FOTOS CON HISTORIA: A LLUC A PEU (A lluc a pie)

Esta foto fue hecha en el desparecido Bar Guell de mi amigo y entrañable Tolo. Fue la misma noche de la salida A Lluc a Peu del año 1984, si mal no recuerdo. En la foto está el equipo que esa noche rodaría el primer cortometraje de la famosa marcha. De izquierda a derecha: Manolo Peralta, foto-fija, Josep Gusi, director de foto, (la chica no recuerdo quién es), Ricard Reguant, productor ejecutivo y montador, la actriz Beatriz Barón, Diego Ramos, el padre de esta, y Luis Garrido mi padre. El que tiró la foto fui yo. Una cosa curisoa es que pocos saben de dónde sale A Lluc a Peu. Años atrás, estando en la terraza del Bar Guell, Tolo y unos amigos tomaban un vermú cuando su hija, de apenas siete añitos, se acercó a ellos justo cuando el sifón que había delante de ella explotó. En ese tiempo los sifones eran peligrosos. Por una razón que no se sabe, a la niña no le ocurrió nada. Entonces, Tolo, hizo una promesa: cada año subiría a pie a Lluc para darle las gracias a la Vírgen. Así empezó todo, lo demás es historia.