Con Pedro Sánchez uno parece
que empieza a respirar con un poco más de tranquilidad y, ahora, con la
dimisión de Maxi Huerta, las cosa va bien. Cualquiera puede tener problemas con
Hacienda (es casi lo normal), eso no es nada nuevo, ahora bien, que un político
dimita teniendo un empleo de puta madre como tenía el señor Huertas, es
alucinante. Si hubiera sido un político pepero no se iría ni aún pegándole una
paliza. Porque en España no dimite ni el Titi hasta que se lo llevan esposado,
y aún así, se va quejándose gritando su inocencia. Así son los políticos de
este país, pero el señor Sánchez parece que lo tiene claro, igual que cuando
dijo NO a Rajoy y fue no. Yo dije en un artículo que nuestro actual presidente socialista
ganaría la presidencia de su partido por no haber cambiado de opinión sobre
Rajoy. No me equivoqué. Y ahora, pienso que no me voy a equivocar (quizá sea
exagerado al expresarme) diciendo que el señor Sánchez se la ha metido doblada
a los independentistas y a Podemos. Pero lo que sí sé seguro es que él no se
esconderá como Rajoy, él dará la cara y negociará dentro de la ley todo lo que
se tenga que negocias o hablar, da igual, lo tiene claro. Aunque más claro lo
tiene el señor Borrell. Creo que una de las cosas bien que ha nuestro
presidente (este sí que puede ser mi presidente) es rodearse de gente
competente… y sobre todo de mujeres, que son más inteligentes que nosotros.
Otra cosa ha sido restaurar la sanidad de este país tan maltrecha por el PP. Y
la mejor ha sido acoger a los refugiados. Pedro Sánchez ya ha empezado a
cambiar a España para que volvamos a sentirnos españoles.
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