El sábado el cine español se
vestirá de gala para conceder los Goya a las mejores películas. Pero no las
mejores para todo el mundo, sino las mejores para los miembros de la academia
que votan. (Cualquiera que haya hecho una largometraje y pagando al mes
religiosamente unos 60 euros, puede ser miembro de la Academia de Cine. Cada
socio recibe un link de la academia con el que puede ver todas las películas
españolas y votarlas. Por ejemplo, cuando Alex de la Iglesia hace una película,
todo su equipo -unas trescientas personas- votan la película. Así de sencillo.)
En el año que nos ha dejado se han rodado unos 217 títulos entre largos,
documentales y animación, y solo 19 han dado dinero. Pero eso no lo dirán en
los Goya. En la ceremonia dirán que el cine español va cada día mejor y que se
han superado los 100 millones de euros de recaudación con 17 millones de
espectadores. Tampoco dirán que solo “Campeones” ha recaudado 19 y que el “El
reino” no ha ido nadie a verla por mucha publicidad que le hayan hecho. Tampoco
dirán que más de 66 películas han dado menos de 1.000 euros, y que 14 no han
llegado ni a 100. Todo esto no lo dirán. Y también se olvidarán de decir que de
los 157 estrenos (30 menos que el año pasado) solo un 10% se han estrenado
dignamente, de los demás estrenos en cines de tercera y pagando alquiler, no se
ha enterado nadie. Porque existe otro cine en España que forma parte de los más
de 200 rodajes de cada año que pasan sin pena ni gloria, si es que se estrenan.
Películas, muchas de ellas con dinero privado, que ni siquiera recuperan lo
invertido. El sábado no será la fiesta de este cine, que también es español,
quizá más que el que se vea en los Goya.
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