No tengo buen concepto de los políticos, que digamos, pero en esta vida siempre hay excepciones, y esta es la de JAUME MARTÍNEZ, que lo conocí en 2011 en una exposición que hizo mi hijo en La Misericordia sobre el Alzheimer. Fue al cerrar una noche la sala cuando lo vimos por primera vez. La impresión que me dio fue buena, la que tiene una persona normal cuando está ante alguien especial. Porque Jaume Martínez es diferente, tiene una aureola encima de la cabeza, como diría mi mujer. Te da confianza, diría mi hijo, de hecho, se han hecho amigos desde entonces. Ahora Jaume Martínez se presenta a la alcaldía de Palma por el PP, un partido al que no soy afín, pero sí que reconozco que tiene algunas cosas en su programa electoral que nos iría bien a los de izquierdas. Pero lo que más me fascina de Jaume es que cuando habla, por terrible que sea lo que dice, es coherente y edificador. No insulta ni dice sandeces como hacen la mayoría de los políticos, él no, él habla de problemas que tiene nuestra querida ciudad a la que tanto amamos los mallorquines de verdad o los adoptados por ella. Porque Mallorca es grande sin necesidad de hacer nada, pero en cambio es refugio de mucho mediocre. Por ejemplo en la Cultura. La última vez que estuve con Martínez me dijo que nuestra Cultura necesitaba un cambio urgente, que no podíamos seguir así porque acabaríamos más solos que la una. De eso hará un año. ¡Cuánta verdad hay en ello! Y qué triste es que lo diga uno de izquierdas como yo. Pero la putada es que una de las pocas cosas que tengo es la objetividad y, francamente, los de izquierdas que hay en esta isla al mando de la Cultura en general, deja bastante que desear, es tercermundista. Hace como 40 años que hice mi primera obra de teatro en la Sala Mozart del Auditorium y nunca he dejado de hacer teatro, y, sinceramente, hoy en día ha empeorado muchísimo el tema. Ahora solo se benefician teatrosbunkers que hace lustros que reciben subvenciones todos los años por programar cuatro obras de teatro en catalán que no va a ver nadie. Pero eso sí, de las subvenciones viven muchos parásitos seudoartistas y seudointlectuales que saben que si no viven de ellas se morirían de hambre por su ineptitud. Como diría Vox, al que no soporto, hay que controlar las subvenciones. Aquí nunca nadie las ha controlado. Pero con Martínez quiere acabar con esto, quiere que la Cultura sea para todos, y yo le apoyo, le apoyan todos los que sienten marginados en este aspecto. Visto lo visto qué duda cabe que Jaume Martínez sea el mejor candidato para la alcaldía de Palma. Al menos tendrá mi voto porque yo siempre he creído en la gente honesta sea del color que sea. Por eso me gusta hablar con este tipo de gente porque siempre me ilustra.
1.- ¿Jaume, crees que la
cultura tiene que ser para todos sean del color que sean?
La cultura es un derecho de toda la población, independientemente de cualquier circunstancia personal. Un acceso universal a la cultura es esencial para promover la diversidad, la inclusión, la creatividad y el pensamiento crítico. Nadie ha de quedarse fuera de esta oferta, en cualquiera de sus vertientes y manifestaciones, y las administraciones han de hacer todo cuanto esté en sus manos para asegurar la igualdad de oportunidades en el acceso a la cultura. Todos deberíamos tener la oportunidad de participar y disfrutar del arte, la literatura, el cine, la música, el teatro, la danza, la arquitectura, la historia… Esto implica derribar barreras como la falta de recursos económicos, la distancia física, la discriminación y la exclusión social. En la era digital, el acceso a la cultura se ha ampliado significativamente. La tecnología ha facilitado la distribución y difusión de contenidos culturales a través de internet, lo que ha democratizado en gran medida el acceso a la cultura. Sin embargo, es importante tener en cuenta que todavía existen brechas digitales que deben abordarse para garantizar que todas las personas tengan la posibilidad de acceder a la cultura en línea. Por esto mi programa de gobierno se sustenta sobre el pilar de la Cultura. Porque Palma es una ciudad con todos los componentes necesarios para ser la capital cultural del Mediterráneo por excelencia.
2.- ¿Crees que la cultura no tiene que tener barreras de idiomas?
De hecho, la cultura no ha de tener ninguna barrera, ni idiomática ni de ningún otro tipo. Es un patrimonio que nace libre y que no ha de responder a condicionantes o requisitos que desvirtúan su divulgación. Muchas veces por intereses políticos o partidistas de claro signo sectario. La cultura no tiene un idioma de referencia, sino cientos, o cientos de miles. Y ningún grupo lingüístico puede apropiarse de un patrimonio que es de todos. Es fundamental que las expresiones culturales estén disponibles en diferentes idiomas para llegar al máximo de personas posibles. En nuestras dos lenguas oficiales y en otras gracias a los servicios de traducción e interpretación. Es responsabilidad de los gobiernos y las instituciones culturales trabajar junto a los artistas y los creadores para garantizar que la diversidad cultural esté bien representada. Esto implica apoyar desde las instituciones las manifestaciones culturales en nuestras dos lenguas oficiales y fomentar la colaboración nacional e internacional en el intercambio cultural. Esto contribuirá a una mayor inclusión, comprensión y aprecio de la diversidad cultural en todo el mundo. En mi programa de gobierno defendemos la cultura y la expresión cultural por encima de las barreras. Ponemos en valor la creatividad, el intercambio cultural y la inclusión.
3.- ¿Crees que los aficionados, los amateurs, que hay tantos en esta isla no
tendrían que tener un espacio en la cultura balear?
Por desgracia, durante estos últimos años se ha optado por diseñar una política cultural excluyente, a partir de la cual los que gobiernan deciden qué es cultura o qué no lo es, o, por decirlo de otra manera, qué tipo de cultura es aceptable y cuál no. Hay que cambiar drásticamente esta actitud, porque cualquier manifestación cultural, sea profesional o amateur, o vaya dirigida a grupos más minoritarios o más mayoritarios, es digna de respeto y consideración, y así deben entenderlo las administraciones.
4.- ¿No crees que las subvenciones se tienen que controlar, saber en que utilizan?
Las subvenciones proceden, al fin y al cabo, del dinero público. O, lo que es lo mismo, del bolsillo de todos los ciudadanos. Desde este punto de vista, hay que ser sumamente cautelosos y cuidadosos a la hora de gestionar estos recursos. Por decirlo de una manera gráfica, el responsable político ha de controlar el dinero público como si fuera su propio dinero, y, evidentemente, dar cuenta a la ciudadanía de en qué proyectos o actividades se ha utilizado.
5.- ¿Crees en una televisión bilingue?
Es una realidad incuestionable que Palma, Mallorca y Baleares en su conjunto constituyen comunidades bilingües. Así lo dice la ley, pero es que también se pone de manifiesto en la calle. Por tanto, una televisión pública, pagada con los recursos de todos los ciudadanos, hablen la lengua que hablen, ha de tener en cuenta esta realidad y ofrecer una programación que se adecúe a todos los intereses y expectativas desde el punto de vista idiomático.
6.- ¿Crees que la cultura tendría que ser a nivel peninsular, me refiero a
nivel de toda España?
En Baleares residen personas de todas las procedencias, tanto de otros territorios del país como de otras naciones y comunidades del resto del mundo. Esta circunstancia permite que convivamos en un entorno extraordinariamente rico en diversidad y pluralidad, tanto desde el punto de vista cultural como lingüístico. Por supuesto, la cultura balear cuenta con su propia idiosincrasia, y esta debe ser preservada y potenciada, sin dejar de lado otras manifestaciones igualmente valiosas.
7.- ¿Crees que lo que se hace aquí tendría que tener repercusión en todo
España?
En materia de política cultural, como en cualquier otra vertiente de la actuación que se lleva a cabo desde una administración pública, hay que ser ambiciosos. La cultura mallorquina y balear cuenta con el suficiente nivel de calidad como para despertar el interés de otros muchos territorios, y es desde este punto de vista, precisamente, que los gobernantes han de ser ambiciosos y apostar por una estrategia de divulgación de las manifestaciones culturales autóctonas a otros territorios y comunidades.
8.- ¿Crees que mallorca tendría que recuperar a nivel estatal el castellano
tan denodado en la cultura de la isla?
Mallorca no ha de recuperar el castellano como lengua de uso común y como idioma propio e íntimamente vinculado a su historia por la sencilla razón de que nunca lo ha perdido. Puede que algunos hayan estado interesados en incentivar este distanciamiento de la población mallorquina respecto al castellano, y así lo han demostrado cada vez que han gobernado. Sin embargo, su fracaso es manifiesto y palpable. El castellano, al igual que el mallorquín, forman parte del escenario cotidiano de la isla con mayor intensidad y fuerza que nunca. Ahora falta que también formen parte de las políticas culturales con ese mismo grado de protagonismo.
9.- ¿Qué te parece que en los colegios se pueda estudiar en catalán y en
castellano?
A la hora de hablar de educación, el elemento preponderante ha de ser la libertad de las familias para educar a sus hijos en los valores que consideren más apropiados. A nivel lingüístico, esto equivale a decir que, dentro del marco de una comunidad bilingüe, como es la nuestra, tanto mallorquín como castellano han de estar presentes en los protocolos docentes, de tal manera que los niños y adolescentes finalicen sus estudios dominando plenamente ambas lenguas. A partir de ahí, el mayor protagonismo de uno u otro idioma ha de partir de la predilección de las familias y de la libertad de elección que, como decíamos, la administración ha de preservar y garantizar.
¿Mallorquín o castellano dice? ¿Porqué no catalán o castellano? ¿Acaso decimos mallorquín o murciano? ¿Gaditano o castellano?
ResponderEliminartienes razón.
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