CUENTO DE NAVIDAD

La primera llamada que he hecho ha sido al número que venía en la factura de Gas Natural Fenosa como atención al cliente: 900 408 080. Me ha contestado una señora dándome la opción de elegir un montón de cosas menos la que yo quiero. He apretado un número cualquiera y se ha puesto otra señora, que cuando le he dicho que había perdido mi empleo, que en mi casa éramos tres personas sin trabajo, y que no tenía para pagar ni el gas ni la electricidad, me ha pedido el número de documento nacional de identidad. Se lo he dado y me ha dicho que esperara. He esperado dos minutos. Me ha atendido otra señora y me ha preguntado qué es lo que se me ofrecía. Le he repetido lo que le he dicho a su compañera. Ella me ha contestado que me había equivocado de teléfono y que tenía que llamar al 900100251. Lo he hecho. Me ha atendido una chica con mucho desparpajo, pero cuando le he contado mi problema se ha como enfadado y me ha dicho que no podía ayudarme porque Fenosa era una empresa de gas y electricidad. Entonces le he pedido algún tipo de explicación de lo que tenía qué hacer. Después de decirme varias veces que ella no lo sabía, me ha dicho que me vaya a mi asistencia social. Le he preguntado dónde la encuentro, y me ha dicho que ella no lo sabe, que pruebe en el ayuntamiento de mi comunidad. Al final, muy molesta me ha dicho que llame al 900849900. Y así lo he hecho. Me ha atendido una sudamericana y muy amablemente me ha preguntado en qué podía atenderme. Le he preguntado adónde llamada, y me ha respondido que Averías Eléctricas. Sin desfallecer le he contado mi drama. Ella, muy amable pero más apagada, me ha dicho que no sabía nada de todos estos problemas. Le he preguntado que qué podía hacer. Me ha recomendado que vaya a una oenegé y explique mi caso. Pero me van a cortar la electricidad, le he dicho en un lamento estudiado. Al final me ha dicho que llame al 900333555 y ha cortado la comunicación diciéndome un adiós precipitado. Enseguida, para no perder fuerzas, he llamado al número que me ha dicho la mujer. Enseguida me han atendido porque es Contratación de Productos y Servicios. Me ha atendido un joven muy amable que cuando le he dicho que me van a cortar la luz y el gas por no poder pagar, ha cambiado radicalmente. Me ha dicho que él no podía ayudarme, que llamara a reclamaciones. He insistido en que me pusiera con alguien que estuviera por encima de él para explicarle mi drama. Me ha repetido que no podía ayudarme y que tenía que colgar. “Estas navidades no tendremos ni luz ni gas, ¿no lo entiende?” le he dicho compungido, al borde de las lágrimas. El pobre chico no ha sabido qué decirme, pero con cuidado, ya que sabe que las conversaciones se graban para poder echarlos sin miramientos. Al final me ha recomendado que escriba en la web de la compañía y explique mi caso. Desesperado he llamado al Ayuntamiento de Palma y, muy amablemente, un señor me ha dicho que llamara a Servicios Sociales. Incluso me ha preguntado donde vivía para decirme cual me correspondía. Era el de la Plaza España. He llamado. Me ha atendido un joven muy amable y me ha pedido los datos después de decirle que me iban a cortar la luz. Le he dado los datos de un amigo que vive en mi mismo edificio. Luego me ha hecho una serie de preguntas y me ha dado una cita para estudiar mi caso, pero me ha tranquilizado diciéndome que nadie me cortaría la luz estas navidades porque el Ayuntamiento se hacía cargo de la factura. Final feliz, digno de un cuento de Navidad. 

Feliz Navidad y próspero Año Nuevo 2017 a toda la buena gente.