Está demostrado que en la
historia de la humanidad los tarados siempre han existido, de una manera u otra
siempre han estado ahí. Por ejemplo ahora se están manifestando amparados con
el españolismo y el separatismo. Estos patéticos personajes buscan cualquier
situación normal para convertirla en violencia sea del color que sea. Su
cometido es hacer daño sea como sea. Pero no por gusto, ni mucho menos. Esto es
más profundo de lo que parece. Hacen daño porque sus vidas son una mierda.
Ahora hay que cargarse a la policía, se la carga uno, ahora hay que cargarse a
los separatistas, se los carga uno. Por norma general los provocadores, los que
usan la violencia, los que hacen daño, no suelen ser padres de familias
normales, ni funcionarios, ni camareros con trabajo, ni estudiantes
responsables, no, suelen ser personajes patéticos de cualquier edad y color que
no están contentos con su vida. Suelen estar solos o con familias destrozadas,
ex presidiarios, delincuentes, fachas convencidos, ultras que cuando se acaba
la manifestación se quedan más solos que la Una o con gente que pasa de ellos o
incluso se ríen a sus espaldas. Estos tarados, como el que tiró un objeto
contundente a una chica en la manifestación de la Plaza España es uno de ellos.
Seguramente si lo buscáramos ahora mismo, estaría en un bar bebiendo solo, o
con una familia que no lo quiere, e incluso mirándose al espejo con el brazo
levantado en cualquier habitación alquilada. Pero no olvidemos que estos
tarados también existen en las clases altas. Suelen ser jóvenes sin cerebro que
no tienen suerte con las chicas y que les gustan las esvásticas y las películas
de kárate. Ya he dicho que este tipo de alimañaza puede ser de cualquier
extremo, tanto de la derecha como de la izquierda. Es igual, se manifiestan en
las dos muy bien. Nadie los quiere, nadie quiere estar con ellos, pero en las
manifestaciones son los reyes y sus gritos todos los oyen, incluso salen en las
noticias de la tele.
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