Siempre he oído decir que la
prostitución es el oficio más antiguo del mundo y por algo será. La prostitución
es el oficio donde hay menos crisis. Porque el ser humano puede prescindir de
todo menos del vicio. El oficio de la prostitución es como una funeraria: nunca
hay crisis. Y el día que no exista (nunca pasará) los tíos violarán a las
mujeres en cualquier sitio. Lo hacen ahora imagínense sin tener a una
prostituta para desahogar sus más oscuros vicios. Muchos se estiran de los pelos
con esto de la prostitución, pero ellos son los mejores clientes en la
clandestinidad. Tenemos muchos ejemplos para demostrarlo, pero eso es otra
historia. Yo nunca he ido de putas (es difícil creer que haya un tío que no
haya ido), en primer lugar porque nunca lo he necesitado, y en segundo lugar
porque me parece denigrante que una mujer se abra de piernas por dinero. Lo
respeto, pero me parece denigrante. Y les aseguro, y no me equivoco, que el
setenta por ciento de las prostitutas ejercen porque no les gusta trabajar. Una
vez me invitó un productor de cine madrileño, otra un empresario menorquín, y la
tercera y última un empresario pollensí. Son las únicas tres veces que he
estado más cerca de tirarme a una puta. Cara, por cierto. Ninguna de las tres
veces pude hacerlo por cuestión de principios. Y no se trata de ser guapo o
feo; conozco un presentador de televisión muy guapo y casado con hijos, que
cada semana tiene que ir de putas. Se trata de una necesidad fisiológica y en
muchos casos psicológica. El ejemplo está en mi amigo presentador, que estando
casado con una mujer guapa se va de putas a menudo. Y solo tiene que sonreír
para tener la mujer que quiera, pero va de putas. Un amigo y yo lo hemos
acompañado muchas veces a puticlubs de Madrid. Otro amigo, productor de cine
importante, iba de putas (falleció hace años) y las insultaba y humillaba. Yo
dejé de ir con él porque no me gustaba su actitud. Estaba casado con una
cantante de buen ver y muy famosa, pero iba de putas. Cuento esto porque el
tema de la prostitución es muy delicado. A parte de que me parezca denigrante el
ser puta, yo no estoy en contra y estoy convencido de que son necesarias en la
sociedad, les guste o no a los beatos/as reaccionarios. Pero eso yo legalizaría
la prostitución para seguridad de ellas y sus clientes. La prostitución
necesita ser controlada por muchas razones. Las prostitutas tienen que estar
reguladas y controladas para que su oficio sea serio y respetable (para quien
sea respetable) dentro de unas normas establecidas. Ir en contra de la
prostitución es absurdo y muy poco inteligente. E incluso tendrían que pasar
mensualmente un control sanitario para la seguridad de sus clientes. Sé que
todo esto suena a película de miedo, pero es una realidad aplastante.
Fotograma de la película de Buñuel Belle de jour en donde una mujer casada trabaja de prostituta sin que su marido lo sepa.
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