Desde que existe la televisión siempre he oído decir que la televisión es basura. Y la verdad es que nunca me había parado a pensarlo porque no soy muy televisivo, de hecho, solo veo noticias de noche en Antena 3, La 2 y alguna que otra película. Del resto que se hace en la caja tonta, soy un ignorante. Pero qué ocurre, que cuando hacen publicidad siempre hacemos zaping y nos enteramos de muchas cosas. Por ejemplo, que la basura que emite Tele 5 es inconmensurable. No sé cuántos retretes debe de haber en sus estudios. Deben de estar cagando día y noche. Pues bien, ahora sí que se puede decir que la televisión es basura, pero más exactamente Tele 5 y sus programas del corazón. Sálvame es la cumbre de la miseria humana con sus eunucos y mamarrachas destripando al ser humano durante no sé cuantas horas. Pero que quede claro que la culpa no la tienen los que trabajan en este programa, la culpa la tienen las personas que lo ven. Y ahora para culminar las miserias de la miseria, la entrevista de la hija de Rocio Jurado: la Carrasco. Ahí, en plano corto contando sus penas, previo pago, a más de 5 millones de telespectadores, por no decir, becerros. ¿Tanto importa la relación del exguardia civil, que se quedó con el dinero de unas multas, y la hija de la Jurado que nunca ha salido de la sombra de su madre? ¿De verdad interesa tanto? ¿Tan vacía está la gente? ¿Tan perdida? En plena pandemia, cuando no deja de morir gente entubada sin poderse despedir de los suyos, va Tele 5 y monta un número más de su circo. Pero el colmo de los colmos es que empresas de primeria línea anuncian sus productos en los intermedios. Eso si es triste. En España da igual todo, el último maricón, como diría Antonio Ozores.
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