Mi hijo me ha mandado un vídeo que es interesante y revelador. Este crítico llamado Óscar Peyrou, un crítico reconocido y respetado, dice en el vídeo que él no ve películas, que escribe la crítica según lo que le inspire el cartel, los actores, el director… Increíble, ¿no? No deja de ser alucinante las opiniones de este crítico argentino afincado en España, que ha sido miembro de numerosos jurados en festivales, los más importantes del mundo. Además, dice otra cosa que yo siempre he sabido: que los críticos están comprados. Reciben órdenes de sus editoriales y son beneplácitos con sus amigos o los que los invitan a comer o beber, dice Peyrou. Luego están las productoras importantes, las que pueden comprar a los críticos. El señor Peyrou también dice que los festivales son grandes fantasmadas donde hay mucho postureo que te permite disfrutar de un buen hotel, una buena comida, muchas copas, y lo que viene después. Yo puedo hablar de festivales porque habré estado invitado en unos 30. La mayoría españoles, excepto el de Cannes y Francia. Festivales importantes. Öscar Peyrou ha sido todo un descubrimiento que deja bien claro, sin lugar a dudas, lo que suele ser un crítico. Y para terminar, contaré una anécdota con el crítico Carlos Pumares. Con la película Proceso a ETA, llamada actualmente Melodía interminada, del recientemente fallecido Manuel Macià, estuvimos en un festival de cine de cuyo nombre no me acuerdo y me da igual. En ese festival estaba Carlos Pumares, que precisamente era amigo de José Gago, el productor de la película. A las diez de la noche empezó la proyección con el cine lleno, y yo salí a los diez minutos porque no me gusta ver mis películas. En el hall fumé un cigarrillo y vi salir de la sala a Pumares y marcharse. Miré el reloj y hacía exactamente quince minutos que había empezado la película. Horas después, en el programa que tenía en la radio, hizo una crítica de la película y la puso bien. ¿Cómo se entiende eso? Ni siquiera vio la película y la puso bien porque el productor era amigo suyo. ¿A eso se le puede llamar comprar a un crítico?
martes, 6 de diciembre de 2022
martes, 23 de agosto de 2022
Antonia Quetglas, en el primer cumpleaños en España sin cumplir años.
domingo, 14 de agosto de 2022
Miguel Reche, el pintor del silencio.
Miguel Reche es un hombre tranquilo
que tiene todo el tiempo del mundo, cordial y educado, que piensa que estamos
destinados a reflejar lo que somos y lo que sentimos, sin sumarse a las
distintas modas. Desde que a los 13 años hizo su primera exposición sigue su
senda de la que no pierde de vista. Pero muchas veces ha salido de esa senda
para conocer a muchos artistas plásticos importantes para enriquecerse
espiritual y técnicamente porque a él siempre le ha interesado aprender de los
buenos. Tampoco no ha dejado escapar ninguna oportunidad, como por ejemplo
asistir a cursos en Luxemburgo para perfeccionar la técnica del grabado. Eso
ocurría en
miércoles, 10 de agosto de 2022
Hoy te regalo el veneno que me diste aquella noche de septiembre, escribe Carlos Penas.
No se puede empezar mejor un libro de poesía que con esta frase. Hay poemas que quedan y otro que pasan como la brisa de verano para no volver más. Los del poeta Penas quedan. ¿Por qué? Porque Penas ha creado un mundo con sus poemas y sus pensamientos atípicos e inconformistas, pero llenos de un amor escondido, que él tiene a muy buen recaudo y que muestra poco a poco. Su realismo descarnado no tiene límites en mostrar el alma humana consiguiendo que el lector se emocione; cosa muy difícil en esta época de anodinos que nos ha tocado vivir. Carlos Penas es un hombre de su tiempo, comprometido y violento defendiendo sus ideas progresistas y liberales. Podríamos decir que es un rebelde con causa que va por la vida pintando su interior en telas o papeles y escribiendo poemas desgarradores y profundos, y aparentemente superficiales a veces. Dentro de este contexto sociológico fundamental tan bien documentado en sus propias experiencias, que no son pocas y si variadas, Penas tiene un sabor amargo de desengaño que se contempla en sus poemas. Pero es normal en los auténticos poetas. No hay poeta del todo feliz, leí en algún sitio. Y yo lo creo, porque el poeta es como el confesor de las tristezas humanas, que aparte de confesar, como hacen los curas, convierte las penas y alegrías en poesía. Penas es un escuchador de historias, una especie de receptor al que no se le escapa nada y que tiene el suficiente talento en convertirlo todo en pinturas y en versos. Él reflexiona sobre la complejidad de las relaciones y sobre lo difícil que es el amor simple y sencillo y tan difícil de encontrar. Pero él sigue escribiendo poemas posibles e imposibles, de lo que le rodea y de lo que le atormenta. Porque Penas es un poeta atormentado e incomprendido por él mismo. Los demás le dan igual. Sí, sabe que están ahí, pero no le preocupan demasiado. Y eso se ve en su poesía: lo importante es crear, no para quién. Carlos Penas es un poeta difícil de catalogar, y la única razón que se me ocurre, es porque es incatologable.
miércoles, 20 de julio de 2022
LOS ANODINOS DE FACEBOOK
Yo no critico facebook, es más, creo que es necesario para los millones de personas que estaban en la sombra de la vida: los anodinos. Y gracias a facebook toda esa gente ahora tiene presencia, al menos entre los amigos de su lista de amigos, que ni son amigos ni son nada, pero bueno, ahí están. Y si uno quiere creerse que son amigos, ya es su problema. Es como cuando te felicitan 400 personas por tu cumpleaños y tú estás muy agradecido porque se han acordado de ti. Nada más lejos de la realidad, pero tú te lo quieres creer y te lo crees. Lo hacen porque facebook les avisa. Por ejemplo, a mi me suelen felicitar cada años de 20 a 30 personas máximo. Amigos de verdad, claro. La verdad es que yo me divierto mucho viendo como se lamen el culo los unos con los otros. Ahora, por lo visto, en facebook, todos somos maestros, genios, todos sabemos escribir, pintar y decir con nuestras frases transcendentales como la mía, como está el mundo y lo que se debe hacer. Nos leen 4 pringaos, pero ya es algo. Menos mal que yo solo soy un filósofo eventual y cualquier día me voy.
martes, 14 de junio de 2022
Lo que dice Imanol Arias de TVE es cierto...
… y yo no tengo miedo de que la cadena me eche porque, excepto un Estudio 1 que hice hace como 40 años (El profundo mar azul), no he trabajado nunca más para la televisión pública. Hace unos 30 años rodé un programa piloto de una serie que no llegó a cuajar. Pues bien, para el rodaje del programa piloto vinieron 3 técnicos del canal para grabar durante 2 semanas. No es que estuvieran de baja ni que tuvieran vacaciones, no, simplemente estaban en stand by. O sea, que cobraban un sueldo envidiable sin trabajar. Había tal excedencia de personal sin hacer nada, que mandaban al trabajador a su casa a ganarse el suculento sueldo tranquilamente. Lo único que pasaba es que tenían que estar al loro por si les llamaban para ir a grabar a una burra que había nacido amarilla en un pueblo. Pero en esas 2 semanas que estuvimos grabando el programa, nunca los llamaron. Me hice amigo de esas 3 trabajadores de TVE. Un director de foto, un ayudante de cámara y un jefe de producción. Ahora ya están jubilados, incluso 2 ya han pasado a mejor vida. Y esos 3 amigos me contaron que la televisión pública es uno de los agujeros más grandes que tenía España desde que existía. Quitando a unos cuantos, los demás estaban metidos a dedo cobrando unos estupendos sueldos, sin saber hacer nada, hasta que se murieran. Imanol ha dicho 70.000 empleados sin hacer nada. Yo siempre he creído que los canales de televisión son el refugio de los mediocres. Me acuerdo que a mí me ofrecieron entrar como realizador de TV3. Esto es auténtico. Había terminado Qué puñetera familia, mi primer largo y el primero en las Baleares, y estando en Barcelona doblando un señor de la televisión catalana vino a ofrecernos entrar en el canal. De mi película entraron 3 que se han jubilado trabajando en el canal catalán. Otro de mi película entró de producción, pero solo estuvo como 10 años y lo dejó para montar musicales. TV3 buscaba desesperadamente gente para el recién estrenado canal. Yo dije que no. O sea, que yo ya de joven era un rebelde e inconformista no demasiado inteligente, como suele ser. Años después he hablado con estos amigos que entraron en TV3 y me contaron más de lo mismo. Había mucho parásito cobrando sin aparecer. Vox dice que hay que acabar con las televisiones autonómicas porque son una pérdida de dinero. Al decir esto supongo que también piensa acabar con TVE.
jueves, 26 de mayo de 2022
Llorenç Garrit, un artista que pinta olivos y rocas con la mente.
La primera impresión que me causo la obra de Llorenç Garrit fue movimiento y creatividad. Su obra se mueve, te sugiere cosas, te enseña el mundo del pintor. Luego, me dijo Llorenç que componía música, que incluso había tenido un grupo. Entonces entendí aquel movimiento que veía en su obra, aquel colorido que se difumina, se mueve y está presente, como está presente su amor hacia el pop art y el cómic. Sus olivos y sus rocas, para mí su gran descubrimiento (muy difícil hoy en día descubrir algo), su gran pintura, son distintos a todos los que he visto hasta ahora. Trazados con líneas negras, finas y gruesas, estructurados con mucho sentido de la estética ilustrativa, inclinados con el viento, son como veletas que van hacia arriba buscando la originalidad. A veces, Llorenç, acompaña con colores vivos a esos olivos y rocas consiguiendo un toque más de luz y vida. Podría escribir una tesis sobre la obra de Llorenç, es fácil cuando estás delante de la obra de un artista, pero hay un matiz que sí que quiero recalcar porque lo veo en su pintura. Lo metafísico, por decirlo de alguna manera. Lo que no se ve a simple vista pero que está ahí. Sus rocas, sus olivos no solo son olivos y rocas, son más que eso. Yo creo que es una forma de pensar, igual que poner la típica tela mallorquina sustituyendo el mar. Esto no se hace sin pensar, no lo hace cualquiera, se tiene que ser de una forma especial, se tiene que tener un concepto de la vida muy abierto, diferente a los demás. Y yo creo que Llorenç tiene ese concepto. La prueba esta en lo que pinta, que va más allá de nuestra vista. Éste es el auténtico talento de Llorenç, el pintar más allá de lo que vemos en su obra. Y para mí, lo más importante quizá, es que yo colgaría un cuadro suyo en mi casa, en mi salón, para disfrutar de él cada día de mi vida. Parece una tontería lo que acabo de decir, pero es muy importante. Solo basta hacerse una pregunta: ¿cuántos cuadros colgaríamos en nuestro salón de los que se pintan actualmente? Pocos, ¿verdad? El de Llorenç Garrit… si, y eso es todo un triunfo.
lunes, 16 de mayo de 2022
Rafael Xamena, el monárquico.
Rafael Xamena Matas es monárquico hasta la médula, como se suele decir. Y yo soy antimonárquico de siempre, desde que tengo uso de razón. No entiendo que unas personas puedan vivir de puta madre gracias al pueblo. Y en el caso del emérito, vergonzoso. Espero que cuando venga esta semana se capaz de dar explicaciones al pueblo. Dicho esto, y a mis casi 70 años, veo las cosas más tranquilamente, no me sulfuro igual que cuando era joven y no entendía a la gente que no pensaba como yo. Supongo que esto ocurre a mucha gente. Estábamos equivocados, por supuesto. Todo el mundo no puede ser lo mismo. Hay gente que le gusta Georgie Dann y otros Serrat. Pero el truco es darte cuenta de que no pasa nada. En este circo en el que estamos metidos, cabemos todos y todos podemos realizar nuestro número. Números que gustarán más o menos, pero estarán ahí para que nos juzgue la historia. Por ejemplo, la Monarquía. ¿Por qué no respetar a los monárquicos? Personas que son partidarias de que seamos un país monárquico y aceptan que la familia real viva del pueblo. No pasa nada. Yo soy antimonárquico pero la verdad es que no me molesta FelipeVI, que lo considero un buen relaciones públicas, que deja a España en buen lugar. Sea dicha la verdad. No me molesta que la familia real cobre lo que cobra, por supuesto me gustaría que ese dinero se repartiera entre familias necesitas, pero eso sé que es imposible porque esto es España y siempre, pese a quién le pese, será monárquica. ¿Y por qué cuento este rollo? Porque tuve el placer de almorzar con el monárquico Rafael Ximena, la confirmación de que lo que vale es la persona, no lo que representa. Nacido en el Jonquet de Palma. Su padre fue descalzo hasta que cumplió 17 años. No fue a la escuela pero sabía construir un barco. Y con este currículum, no deja de ser peculiar que el hombre inculcara a Rafael el respeto a las instituciones monárquicas. Tanto fue así, que muchos años después, Rafael creó la Unión Monárquica Balear que tiene más de 500 socios. El almuerzo se realizó en el restaurante Es Racó de Genova, que cocina el mejor solomillo de ternera con fua de la zona. Comimos un exquisito arroz de pescado cocinado por el chef Ángel Gómez, y me acompañaron la actriz Beatriz Barón y el escultor Toni de la Mata, los 2 republicanos para más señas. ¿En definitiva qué quiero decir con esto? Que no pasa nada si nos mezclamos. En la variedad está la clave. Quiero decir que Rafael Xamena es una buena persona, luego un señor, y finalmente un demócrata convencido que cree en las instituciones. A lo mejor si todos pensáramos como él España iría mejor.
"Funambulistas sin red" otra pequeña joya de Martín Garrido Ramis editada por cosecha Negra.
Paco Gómez Escribano, uno de los iconos de la novela negra española, dijo de Zoilo Pollès (la primera novela del autor) que no hacía falta buscar una gran editorial ni un escritor de prestigio para descubrir una joya como la que había escrito Martín Garrido Ramis. Yo pienso lo mismo. Pero he de admitir que me gusta más Funambulistas sin red. La encuentro más completa, más arriesgada, más compleja.
Las novelas de Martín Garrido no se leen, sino que se devoran. «Pero mi puta vida no era una película. Era la realidad cotidiana, la que le pasa a millones de personas anónimas que no tienen suerte. La jodida vida de la gente normal y corriente», dice Charlie, el protagonista de Fuanmbulistas. Terrible frase que no puede ser más verdad y con la que el autor juega continuamente para provocarnos muchas preguntas.
Me encanta la crudeza con que Martín Garrido Ramis cuenta las cosas, en primera persona, como si estuviera hablándole a un colega. El lector tiene la ocasión de leer lo que un chaval le diría a otro, tal como lo diría, tal como lo narraría. El autor no usa eufemismos porque no los necesita, su prosa es excelente, cuidada, precisa y nada relamida. No usa adjetivos más que cuando son necesarios, cuando funcionan para lo que fueron inventados. Pero no veréis ni un solo epíteto, pues —supongo— eso sería adornarse sin necesidad y, cómo no, no tendría sentido en una novela como esta y como todas las suyas, novelas que no pretenden ponerle un lazo rosa a la vida. Y con esta prosa única, que es la suya, logra que en pocas páginas el lector se crea como uno más en las calles suburbiales o en las entrañas de una prisión. Incluso te imaginas la banda sonora, con sus altercados, su música estridente y sus gritos. Te imaginas el clima, los olores a orina fermentada y a cerveza recalentada. A sudor, a odio, a amargura y en la depravación de tantos y tantos de sus personajes. Pero, curiosamente, por natural y creíble, toda esa fealdad se presenta hermosa a ojos del lector por la maestría incuestionable del autor.
La obra de Martín Garrido Ramis es la desesperanza que sufren los que han tenido la mala suerte de nacer en un ambiente deprimido. Familias tocadas por la podredumbre de la falta de oportunidades, familias en las que las mejores perspectivas de ganar algo de dinero más que sus vecinos pasan por el trapicheo o por la prostitución. Pero el mayor de los desafíos al que se enfrentan esos jóvenes que crecen a trompicones es muchas veces la carencia de referencias morales. El autor plasma con fidelidad ese mundo de marginados como pocas veces he visto plasmarlo. Ese mundo deprimido que te ahoga y en la que es casi imposible medrar.
Funambulistas habla de personas sin esperanza que se acogen a la primera oportunidad que pillan para hacer algo diferente. Y el autor, como no podría ser de otra manera, explica con maestría lo pernicioso que son las ideologías autoritarias —en este caso neonazis— que se basan en el odio visceral y, casi siempre, irracional contra las minorías. Minorías por supuesto en posición de debilidad frente a violentos que se sienten en su fuero interno tan despreciables que atacan a los más débiles para así, de alguna manera, justificar su propia existencia, como si ese odio los erigiera en una posición de superioridad, como si esa violencia los convirtiera en alguien, como si con ello lograran el respeto de los semejantes y como si ese respeto pudiera tener algún valor.
Al final, las malas compañías y una existencia totalmente desordenada, y exenta de valores, llevan a Charlie, el protagonista de Fuanmbulistas, a pasar unos años en la cárcel. Momento difíciles y desabridos en los que se da cuenta de que la reclusión penitenciaria no hace a casi nadie mejor, que sus muros acrecientan la vileza, la violencia y desesperanza vital de casi todos sus moradores. Pero, sorprendentemente para el protagonista, también halla allí camaradería y bondad. Personas que lo acogen como si fueran familia y que ayudan porque sí. Incluso, en casos extremos, personas dispuestas a delinquir por él como un mero acto de sacrificio, por pura generosidad hacia el protagonista, una generosidad que va mucho más allá que las consecuencias que ese acto tendrán para su autor.
«Miraba los más lejos que uno podía mirar encerrado entre cuatro muros». «Nos quedamos los dos en silencio mirando el horizonte que se perdía en la lejanía y que ni los muros podían esconder».Estas dos citas se encierran las únicas metáforas de toda la obra, porque Martín Garrido Ramis no necesita de figuras literarias comunes para lograr hacer literatura con mayúsculas. En este caso, estas dos frases son la misma metáfora, la de unos muros como concepto psicológico más que constructivo. Y, por su puesto, son ese canto a la esperanza del que os he hablado antes. A pesar de todo.
Sin duda, estamos ante una obra grande, en un mundo donde todo la mediocridad de lo que se edita es evidente. Pero no hay que perder la esperanza, porque de repente, a uno le cae en las manos una novela negra diferente y original como es Funambulistas sin red. Una novela que no es una más de policías y ladrones, no. Es una novela que seguro le encantaría a la gran Patricia Highsmith. Una muestra más de la polimatía de Martín Garrido Ramis,
Mi más sincera enhorabuena a la editorial Cosecha Negra por haber editado una novela tan arriesgada y diferente a la mayoría.
Gabriel Buades, escritor.
martes, 10 de mayo de 2022
El hombre que toca el piano.
Andreu Bennasar, el primero de la izquierda.
Hay muchos que tocan el piano, aunque quizá no tan bien como este hombre humilde nacido en Santayí, un pueblo de Mallorca,wwwwwww Lo bautizaron con el nombre de Andreu wwww y desde muy temprana edad la música lo atrajo, tanto es así que a los ocho años ya tocaba varios instrumentos en la banda del pueblo que dirigía su padre. Al tener estas aptitudes para la música su familia obtó para que estudiara piano que culminar con el título superior de música en el Conservatorio de Valencia. A partir de entonces el piano formaría parte de su vida, sería como una prolongación de sus manos. En poco tiempo su talento es reconocido y los mejores artistas lo requerirán para que los acompañe. De esta manera empezará una carrera imparable acompañando a tenores, barítonos, sopranos, cantantes... También trabajará en zarzuelas y óperas. Hasta que la prestigiosa sala de fiestas Tito's lo contrata para que acompañe a los artistas más internacionales de la época como Aznavour, Ray Charles, Louis Amstrong, Tom Jones, Josephin Baker, entre otros muchos. Así pasaran los años y sus prestigio se irá consolidando. Noches y noches que se cruzará en la sala o tamndo una copa en la barra con Errol Flynn, Sean Cornery o Grace Kelly y su príncipe. Incluso, en una ocasión, le enseñará las piernas Marlene Dietrich, las piernas más bonitas del mundo en ese momento. Dada la envergadura e su trabajo, sus manos serán aseguradas en un millón de pesetas cuando tocaba con la orquesta de Tito`s. Pero Andreu por muchos que las estrellas que le rodeaban lo deslumbrasen, nunca peridó el norte. Para él la música era lo primero, lo esencial, por eso siempre llevó su barco a buen puerto. Son tantas cosas por las que este sencillo hombre que toca el piano puede presumir, que sería muy larga la lista. Pero de lo que este hombre se enorgullece más, es que ha creado tres escuelas y bandas de música: la de Santa María, la de Soller, y la de Petra. Tres pueblos de Mallorca. Este hombre que toca el piano, como pocos lo hacen, y de mirada tranquila, se le conce como… Andreu Bennàsar, el maestro.
El gran Andreu Bennàsar
domingo, 1 de mayo de 2022
TONI SERRA, el hombre respetado.
Toni Serra, con la actriz Betriz Barón y el autor de este texto.
Normalmente no escribo mucho de una persona a la que no conozco, pero esta vez va a ser una excepción. Hablaré de un hombre llamado Toni Serra, nacido en Inca, un pueblo del centro de Mallorca, que he visto tres veces, y una de ellas ayer, en su setenta y tres cumpleaños. Encarna Alabau, una amiga, me dijo que Toni nos había invitado a su cumpleaños porque cuando nos conoció le caímos bien. Aceptamos porque la empatía fue mutua. Hay personas que te caen bien o mal desde un principio, aunque yo no hago caso a esto porque cuando conoces bien a la persona te sueles llevar sorpresas. Pero creo que con Toni no me llevaré ninguna (en todo caso buena) porque aparenta ser una persona abierta, sin problemas y de una personalidad nada complicada. Sin contar su carismática personalidad y saber estar. Y lo más sorprendente es el lugar donde se celebró la fiesta. Una casa sin puertas en el campo en un deplorable estado, de techo alto de vigas centenarias. Garaje, trastero, almacén, todo junto a la vez, abarrotado de cosas aparentemente inservibles llenas de polvo. Fuera, un toldo de uralita y plástico azul oscuro, dan sombra a cinco mesas largas y rectangulares de plástico. Lo que nos rodeaba eran desechos de todo tipo, pero las personas que estábamos allí, dábamos una luz impresionante, sobre todo Toni, que parecía uno de esos aristócratas que invitan a sus distinguidas amistades a sus rincones secretos donde solo van los elegidos. Toni Serra es un señor que se puede permitir invitar a sus amigos, entre ellos el alcalde Virgilio Moreno, alcalde de Inca (que según el anfitrión está haciendo un buen trabajo en el pueblo), o Toni Obrador, el genial guitarrista que formó parte de Los Pekeniques o al primer director de cine comercial de las Illes Balears (yo), en un espacio que si no eres alguien importante, no va nadie. Al menos, las más o menos cincuenta invitados a su fiesta de cumpleaños estaban encantados con él. Y eso se ve cuando una persona está bien realmente al lado de otra. He ido a cumpleaños (intento ir a los mínimos) en el que se ve una cierta tirantez, frialdad con el/la que cumple. Pero en la fiesta de Toni era todo lo contrario, ser respiraba cordialidad, cariño y aprecio a raudales. Daba la sensación de que todo el mundo estaba como en su casa. En cuanto a la comida, Toni era el chef ayudado por expertos ayudantes que se lo tomaban muy en serio. El plato eran burballes cocinadas en una enorme cacerola donde se metió todo tipo de carne de caza y verduras. La verdad es que cuando yo lo vi no me entraron ganas de comer. Pero cuando me tocó comerlas, flipé. Estoy acostumbrado a ir a buenos restaurantes (buenos no significa caros) y las burballes de Toni Serra son de restaurante de 4 tenedores, al menos. Impresionantes. Nunca he comido unas tan buenas. Pero realmente lo que me ha motivado a escribir esto, es que el cumpleaños de Toni me ha recordado algunos veranos de mi infancia, la de aquellos domingos de calor en la viña de mis tíos Margarita y Miquel, en Binissalem. Fuera de la caseta también tenían un porche tapado con uralita donde había colocada una larga mesa (para 20 personas) de madera con sus correspondientes bancos. Allí, igual que en el cumpleaños de Toni, cocinábamos y comíamos al ritmo de las canciones de los 70 que salían de una vieja radio. También me recordó esas maravillosas comidas que salían en las películas italianas de los 60 donde después de comer bailaban desenfrenadamente. Por ejemplo en La escapada de Dino Rissi y de mi admirado Vittorio Gasman. Fue como retroceder en el tiempo de la mano de un señor llamado Toni Serra, de Inca, para más señas.
viernes, 1 de abril de 2022
JAUME MARTÍNEZ, futuro alcalde de Palma.
La primera vez que vi a Jaume Martínez fue una noche de septiembre de 2011 en la galería de arte de La Misericordia. Vino a ver la exposición de pintura que hacía mi hijo sobre el Alzheimer. Le encantó y en la puerta, justo antes de irnos, nos dijo que le gustaría comprar obra de Martín. Y cumplió su promesa. Desde esa noche tuvimos una relación intermitente y muy agradable como solo se puede tener con Jaume, un demócrata progresista de los pies a la cabeza, aunque sea del PP. Esto último lo digo porque hay personas que creen que los progresistas solo están en la izquierda, pues no, en la derecha también hay políticos con los que se puede hablar de libertad y de derechos humanos. Jaume Martínez es uno de ellos. El martes pasado comí con él en el restaurante El Bula de Ángel Cortés, otra persona defensora del arte en toda su naturaleza, amigo de muchos artistas de la isla, siempre dispuesto a ayudar. Pues bien, tal día Jaume comió potaje de garbanzos de primero y cochinilla de segundo. Yo comí también potaje y de segundo rape. Todo exquisito por un menú de 14,00 euros, creo recordar. El almuerzo fue largo e intenso donde hablamos de muchas cosas como por ejemplo del fraude laboral. Muchísimos/as desaprensivos están de baja sin motivos, simplemente porque no les gusta trabajar. Pero seguro que luego votan en contra del empresario. También se habló del carril bicicleta. Los dos estuvimos de acuerdo en que tiene que estar, lo que es absurdo es meterlo con calzador en calles imposibles como la de Archiduque Luis Salvador. También hablamos del catalán. Los dos estuvimos a favor de que se enseñé en catalán, pero no estamos de acuerdo con que si alguien quiere que sus hijos estudien en castellano no pueda hacerlo. Pero nuestro tema principal, como no podía ser de otra manera debido a mi condición de artista, fue La Cultura, la bendita cultura que no llega a establecerse definitivamente en las islas. No le encontramos lugar, y ahora menos con el catalán. El ejemplo más claro es lo que programa el Teatro Principal y en lo que produce su fundación. “Qué se puede hacer con la cultura”, me preguntó Jaume. “Complicado”, le respondí yo. “Tendría que ser y estar al alcance de todos”, me dijo y continuó hablando: “La cultura no tiene que tener ni color ni lengua. Es universal, y mientras haya políticos incultos que no lo entiendan, no iremos bien.” Ya al final, a la hora de los cafés, me preguntó: “Tú, que has vivido y aún te desenvuelves por Madrid, ¿qué opinión tienen los madrileños de nosotros en cuanto a cultura? Y yo le dije lo que tantas veces he dicho: “Para los madrileños Mallorca es la isla donde sus padres estuvieron de luna de miel y donde van los veranos a alquilar un barco para recorrer las islas. De nuestra cultura no saben nada.” También tocamos el tema de IB3 y es más de lo mismo. “Triste”, ¿no?, dijo. Jaume Martínez me dejó bien claro que si es elegido como alcalde de Palma cambiará la cultura sin excluir a nadie. Fue reconfortante comer con un señor que le preocupa lo que piensa el palmesano, que quiere lo mejor para él sea del color que sea. “Yo no tengo problemas con ningún partido de izquierdas porque parto de la base que hay que dialogar y unirse para sacar a un país adelante.” Estoy convencido que si un día Jaume Martínez es nuestro alcalde los mallorquines (y peninsulares) estaremos más unidos.
domingo, 13 de marzo de 2022
RESTAURANTE NUMI
Es la primera vez que voy a hablar de un restaurante en mi blog. La razón es porque creo que vale la pena. Estoy hablando de NUMI, un restaurante de comida asiática y mediterránea ubicado en la bonita plaza que hay en segunda lÍnea del Puerto Portals de Mallorca. Allí, en un sábado lluvioso, el día siguiente que mi hijo Martín inaugurara con rotundo éxito su exposición de pintura en la NURU GALERY de Palma, donde expusieron anteriormente Zapata y Jordi Mollá, estábamos nosotros. Cinco personas: Albahaca Martín, insigne editora de poesía, Gabriel Morell, fotógrafo, Beatriz Barón, maravillosa actriz, y mi hijo Martín Garrido. Todos estábamos en el restaurante por recomendación de nuestro amigo Joel. Una recomendación muy acertada porque lo que comimos eran auténticas delicias. Sobre todo la costilla de agnus cocinad por Xisco Carrasco Mut, un auténtico artista de la cocina. Una costilla con hueso incluido acompañada de patata y cebolla y remolacha. Un pecado para el paladar. Sin olvidar el bacalao negro y el pato Pekín y foie gras. Y si ha ese derroche de sabores le añadimos el perfecto servicio capitaneado por Ion Dogaru, un rumano afincado en Mallorca, profesional, con el don de saber tratar al cliente; tan difícil de encontrar actualmente en la isla, no se puede pedir más. El almuerzo fue de película. Ya lo sabéis, cuando os paséis por Puerto Portals de Mallorca, ir al restaurante Numi y preguntar por Ion, lo demás vendrá rodado. Buen provecho.
Detrás de la barra del restaurante los culpables. De izquierda a
derecha: Daniela Carbone, camarera; Emmanuel Hofme-jer, manager; Yo, calvo y gordo; Xisco
Carrasco, jefe de cocina; Ion Dogaru, jefe de sala; Víctor Campos, somelier.
viernes, 11 de marzo de 2022
Libro, obra de teatro y exposición de pintura.
Febrero y marzo han sido meses movidos para mí, y no hablo de la terrible guerra que se está produciendo. Por cierto, si alguien conoce a algún asesino a sueldo para cargarse a Putí, yo participo en el costo del trabajo. No se mataron a los Kenedy y a Lutero King y eran buena gente, pues ¿por qué no matan a este que es un bicho genocida? De verdad es que no entiendo el ser humano, es superior a mís fuerzas. A lo mejor es que soy más tonto de lo que creo porque no consigo entender las atrocidades que veo. ¿Por que hijos de Putin gozan de una salud maravillosa y gente buena, como mi amigo Pedro, una bellísima persona donde las haya, se está quedando ciego? ¿Por qué hace una semana se murió Miqueleto, un amigo de infancia muy buen tío, a la edad de 60 años? Es incomprensible que personajes patéticos y cabrones como Putin, Franco, Pinochet hayan vivido tantos años jodiendo a la gente en perfecto estado de salud. ¿Quién explica eso? En fin... febrero y marzo han sido movidos para mí porque he ensayado una obra de teatro en Madrid, EL REY QUE CAZABA ELEFANTES y se ha presentado mi última novela editada por Cosecha Negra, FUNAMBULISTAS SIN RED. Y en marzo, hoy viernes, se inaugura una exposición de mi hijo en Palma que esperamos que esté petado por el mucho tiempo que Martín no expone. Espero que a Putín le de un infarto o deje Rusia en manos de otros y se acabe el suplicio de tanta gente. Como dice un personaje de mi función de El Rey: siempre pagan los pobres.
sábado, 5 de marzo de 2022
sábado, 8 de enero de 2022
Feliz Año Nuevo 2022 a EMAYA.
Esta entrañable fotografía tomada en Nochevieja en la calle Archiduque Luis Salvador de Palma de Mallorca es para EMAYA, eso (no sé llamarlo de otra manera) que se encarga de la limpieza de la isla, entre otras cosas. Pues bien, desde este humilde blog deseo a EMAYA y a quien la dirija (si es que hay alguien) un feliz año nuevo y que el 2022 siga la ciudad igual de sucia que estas fiestas. No estoy hablando de las zonas ricas como el Paseo Mallorca, no, esas no, hablo de la Plaza España que da asco de la basura que hay. Muchas felicidades, y como ya he dicho, un año lleno de basura por las calles. Intentemos ser una de las ciudades más sucias de España. Ya lo somos de la droga y del alcohol. Un esfuerzo más.